Septiembre
Sol de tarde de septiembre.
Bajo el follaje circular del azaharero
una pared de hierba me encapsula.
Un orbe vegetal me está moldeando
donde raíces serpenteantes traman
su escritura secreta y subterránea.
Y una impaciencia de fuga
de todo lo que vive
y de todo lo que ya es muriente,
caracolea entre las sombras verdes.
Esta espiral de vida y muerte asciende
enlaza savia y sangre
piedras y terrones
huellas de la memoria y siembras del deseo.
El último sol abre
crisálidas de luz
en la red orbital que me cobija.
El fuego
Has encendido el fuego.
La luna
brilla y vela
en el jardín
blanqueado.
El mar
desolado y negro
muerde incansable la
tierra.
En la casa, en el
centro del hogar
arden los leños.
Altas las llamas
se llevan, en su
ardor
todas las penas.
Ausencias, faltas,
deudas,
antiguos fragores del
rencor
y crepitar de culpas,
de olvidos
y abandonos.
Todo se lo lleva el
fuego
como el mar
la infinita arena y
el incesante oleaje.
Rescoldos y luego
cenizas
sal y espuma
humo y viento.
El resto (ya fue
dicho), es silencio.
Mientras, has
encendido el fuego.
La lluvia
Desde antes del alba
llueve sobre el
mundo.
Llueve desde antes
que todo:
que el alma quiera al
cuerpo
que el cuerpo se haga
fibra,
que el sueño
desenlace
las livianas amarras
de la noche.
Suena el repiqueteo
del agua en los tejados.
La oscuridad se
desvanece dentro.
Entrelazados en la
prisión
del sueño y la
grisura
no sabemos aún
privados de luz
con qué conjugar
el alma que amanece.
Mientras, la lluvia
cae.
El agua nos barre los
deseos
como el sueño
el agua, en el alba
sin luz
nos deja blandos de
huesos
y esperanzas.
El deseo se hace
sábana
calor, intimidad,
regazo.
Y todavía
con nada se conjuga
ni con nadie.
Como un capricho
la lluvia, sin pausa,
incontestable
repite su ritmo
amortajado.
El cuerpo se
arrebuja:
es el abrigo
esta música de
soledad del alba.
Fuente: Gentileza de María Elena Aramburú.
María Elena Aramburú nació en La Plata.
Egresó de la UNLP con el título de Profesora en Letras. Ejerció la docencia
universitaria como ayudante diplomada de la cátedra de Literatura Inglesa y
Norteamericana durante diez años en la Facultad de Humanidades. Profesora de
Literatura en Institutos Terciarios y en el Colegio Nacional de la UNLP, donde
ejerció la Rectoría del mismo en el período 2001-2004. Dictó cursos de su
especialidad en Institutos de Educación Terciarios del interior de la Provincia
de Buenos Aires y coordinó talleres literarios. Tiene editados dos libros: Escenarios privados (cuentos, 1983) y Los
fuegos de bien amar (novela, 1992, Faja de Honor de la SADE). Publicó cuentos
y reseñas en revistas literarias y suplementos culturales. Su cuento Estrenando abuelas recibió el Primer
Premio de la Revista Puro Cuento, 1991; su colección de cuentos De los deleites de acá (inédito) obtuvo
la Primera Mención de Honor en el Concurso de Narrativa de la Fundación Inca,
1994. Sus cuentos Vicuñas en la alta
noche y La fuerza del destino
figuran en antologías. La Fundación Aurora Venturini le otorgó el Primer Premio
del Concurso de Cuento 2006 por El lazo.
Colaboró en periodismo científico en el diario La Nación, edición La Plata.
Tradujo del inglés varios libros de política y educación. Escribió en colaboración
con Guillermo Pilía el volumen Historia
de la Literatura de La Plata (Ediciones La Comuna, La Plata,
2001). Tiene inéditos un volumen de cuentos y una novela titulada La ventana sigue abierta.
Foto: María Elena Aramburú.
Fuente: Gentileza de María Elena Aramburú.
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