domingo, 26 de enero de 2014

Anahí Lazzaroni















Alma y espejo

El mar se diluye,
canta entre las rocas,
averigua quiénes somos
y se lleva la respuesta.

Fuente: El poema se va sin saludarnos, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires, 1994.


Casualidad

En el preciso instante
que una estrella
cae
el poema incendia
la llanura.

Fuente: El poema se va sin saludarnos, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires, 1994.


Perfil

Ágil y lustroso
salta
(en la mitad de una mañana radiante)
el pez azul
de la melancolía.

Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires, 1999.


Leyendo diarios

Un cocodrilo del siglo diecinueve
bosteza.
¿El río?
Cualquier río fangoso
de África lejana.
Animal de sanas y sabias costumbres
si vinieras
y devoraras este caos perfecto
no harías otra cosa
que embellecer
el mundo.

Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires, 1999.


Algunas cosas necesarias para la escritura de un poema

La precisión de un relojero.
El vuelo del águila.
La delicadeza de un insecto.
La zozobra del loco.
Pluma o lápiz.

Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires, 1999.


Pánico y balas

En este día tan de madriguera
la ciudad descansa de una mala noticia.
Ahora cerrarán las puertas con varias llaves.
Perros negros vigilarán las casas.
Los insomnes no dejarán de escuchar disparos.
Un ebrio tambaleante
irrumpirá
en la noche.

25 de mayo de 2000

Fuente: A la luz del desierto, Anahí Lazzaroni, Último reino, Buenos Aires, 2004.


En todos lados se cuecen habas

Algunos poetas me escriben cartas
donde me cuentan que deliran por el lejano sur.
No son pocos los que me imaginan en una casa
construida con maderas claveteadas,
escribiendo sin cesar mientras la nieve cae y cae.
Hasta piensan que suelo estar sentada junto al fuego,
como si fuese un personaje de ciertas novelas decimonónicas,
y me piden que les describa el silencio porque ellos ya no lo recuerdan.
Este mediodía varias calles de la ciudad están cortadas.
Escucho bombos,
voces,
sirenas de patrulleros,
personas que gritan cada vez más alto en medio de la aglomeración.
Por ahí no se puede pasar.

Primavera de 1999

Fuente: A la luz del desierto, Anahí Lazzaroni, Último reino, Buenos Aires, 2004.


Graffiti

Alguien debería dibujar de un modo impecable
el mapa de una ciudad loca
a la que abofetea el viento.

Bordeada por un mar gris y murallas de piedra,
con gentes de poco hablar
navegando sus propios océanos.

Nombro una ciudad que no está muerta ni viva.

15 de octubre, 2003

Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni, El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.


La ciudad y el poema

Observás como enseña a hacer tempura
una cocinera japonesa en un documental,

sentís la ciudad colapsada.

Mirar una cosa y pensar en otra,
quizás en eso consista la escritura
o el poema que comienza a escribirse

a espaldas del mundo
al mejor estilo de un buen ladrón de gallinero.

Es de noche y no llueve,
no llueve por una vez en esta ciudad.

Ya hubo alerta amarilla por vientos huracanados.

Eso pasó
como pasa todo y nadie lo recuerda.

21 de abril, 2006

Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni, El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.


La ciudad en vísperas electorales

La ciudad ni siquiera posee la melancolía de los imperios que han muerto.
Se escucha un alboroto perpetuo de fiesta decadente
sin música y sin cristales para el vino.
Los comensales tiran la comida, ríen a carcajadas.
Hay amenazas, un gato muerto colgado de una reja.
Los que pueden oír, los que entrecierran los ojos para escuchar mejor
saben que lo que se escucha no es sólo el rumor del viento,
ni los pasos de esa mujer
que camina bajo la lluvia y lleva una bolsa de papel.

Es otra cosa.
Es otra cosa.

Lo que se escucha.

Es otra cosa.

5 de febrero de 2006

Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni, El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.

Anahí Lazzaroni nació en La Plata el 30 de agosto de 1957. Desde 1966 vive en Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, Argentina. Publicó los siguientes libros: Dibujos (poesía, Ediciones Revista Aldea, 1988), En esta ciudad se escribirá una novela (prosa, Ediciones Revista Aldea, 1989), El poema se va sin saludarnos (poesía, Último Reino, 1994), Bonus Track (poesía, Último Reino, 1999), A la luz del desierto (poesía, Último Reino, 2004), El viento sopla (poesía, El suri porfiado, 2011). Entre 1986 y 1994 codirigió la revista Aldea. Poemas suyos han sido traducidos al catalán, coreano, francés, italiano y portugués. Para José Emilio Burucúa “Anahí Lazzaroni no cesa ni ceja en la vía del ascetismo y de la concentración sonora significante del poema. Persiste en su escritura un antiguo anhelo de perfección que equipara el trabajo del fabricante de versos al del tallador de cristales o pulidor de espejos.  Y lo más llamativo resulta entonces que la libertad formal de las versificaciones, de los agrupamientos estróficos, se nos aparezca ilimitada. Sobre esta paradoja perenne del lenguaje poético, Anahí despliega sus materiales predilectos, sus alusiones, sus citas enmascaradas que abarcan desde Arquíloco hasta Alejandra Pizarnik”.

Foto: Anahí Lazzaroni. Fuente. www.tuertorey.com.ar.

jueves, 16 de enero de 2014

Damián Andreñuk

























***

Viene en el aire una respuesta;
ciertas veces
no hay que entender
sino simplemente estar.
La lluvia es bella
y sólo es agua.

Fuente: Omisiones, Damián Andreñuk, Ediciones Raíz Alternativa, Temperley, 2010.


***

El mérito de hacerlo,
su imposibilidad;
patear las fichas del tablero,
borrar esta sombra
imposible de identificar.

Un cazador vigilado.
Un cuervo blanco.

Fuente: Portales al vacío, Damián Andreñuk, De los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2011.


***

Fatigado,        
apoyo la cabeza en el recuerdo
y evoco tus espectros.
Ya inútil
bajo un cielo grisáceo
apareces entera
y apuntas a mi rostro
con tus dedos de niebla.

Fuente: Portales al vacío, Damián Andreñuk, De los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2011.

  
nadar distorsionado

desde el otro lado de la noche
tu cuerpo
derrama piedras
y forma un río
que atravieso desnudo

Fuente: Formas concretas, Damián Andreñuk, Hespérides, La Plata, 2013.


involuciono

involuciono

me pierdo
entre calles desgarbadas
y el mundo se hace ajeno

se hace invisible
cada daño irreparable

Fuente: Formas concretas, Damián Andreñuk, Hespérides, La Plata, 2013.


todo sobra

el día está muerto
y se expande
furioso
envolvente
se llena de oscuro
en un mundo
donde todo sobra

Fuente: Formas concretas, Damián Andreñuk, Hespérides, La Plata, 2013.


realidad y voces

mundo y tiempo detenidos

debo escribir ahora

brotan las líneas
emergen
gritando en silencio
desde el blanco del papel
o caen desde mi pensamiento
y se acomodan
y chocan

equiparan sus voces a la realidad

Fuente: Formas concretas (no incluido en la edición de Hespérides). Gentileza de Damián Andreñuk.


caos

te he pensado
en los minutos
alejados de la muerte

un torbellino se levanta
desde el fondo de mis dudas

esparce el caos

y temo

cada momento
puede lo oscuro
hacerse perpetuo

Fuente: Formas concretas (no incluido en la edición de Hespérides). Gentileza de Damián Andreñuk.


penumbra

respirando melodías
el aire te disuelve

la tarde
se desmaya en mi herida

penumbra
ojos apagados

hay un dolor de huecos
en la calle sin gente

Fuente: Formas concretas (no incluido en la edición de Hespérides). Gentileza de Damián Andreñuk.


***

La primavera perdió su identidad.
                       
Ahora desprende una tristeza ocre
como un alba grisácea.
Como un sonido hueco.
Ahora yo
extenuado de sombra
muero sediento bajo el agua.   

Fuente: Metástasis, libro inédito. Gentileza de Damián Andreñuk.


***

El primer haz de luz.
La primera brisa del día
me regala su cielo
y me sorprende
atando sogas a mi cuello. 

Fuente: Metástasis, libro inédito. Gentileza de Damián Andreñuk.


***

Soñé gusanos
en mi cuerpo deshecho.
Mi cuerpo ajeno.
Mi antiguo experimento. 

Fuente: Metástasis, libro inédito. Gentileza de Damián Andreñuk.

Damián Andreñuk nació en City Bell en 1986 y reside en Villa Elisa, ambas localidades ubicadas en el partido de La Plata. Es poeta y Profesor en Letras. Publicó dos libros: Omisiones (2010) y Portales al vacío (2011). Obtuvo, asimismo, varias distinciones; entre ellas, el Primer Premio en el X Concurso Internacional de Poesía organizado por Ediciones Hespérides en 2012, que le valió la publicación de un cuadernillo: Formas concretas (2013). Con referencia a este último, señala Aurora Elena Olmedo: “Damián Andreñuk nos introduce en un mundo de realidades vitales con una brevedad sorprendente y casi necesaria para poder comprenderlas. La muerte, el amor, el deseo, la libertad aparecen en sus versos como una denuncia o una búsqueda incansable”. Y agrega, más adelante: “Damián Andreñuk no se esconde detrás de sus palabras, renace de ellas permanentemente. Intenta dejarnos saber que la descreencia tiene el beneficio de la no resignación, que a veces la lucidez nos empuja a la soledad y que, sin embargo, nos mantiene alertas. Que la poesía cumple su destino de decir lo que otros también quisieran decir. Sus versos directos, afilados, nos recuerdan que la vida misma es un misterio que duele, pero que vale la pena develar”.

Foto: Damián Andreñuk. Gentileza de Damián Andreñuk.

lunes, 6 de enero de 2014

José María Pallaoro




















Pasar el invierno

“El invierno
abomina
de los pájaros”
comenta
mi vecino
con un bidón
de nafta
pronto a estallar.


Massera

Cuando desperté
a las cuatro de la tarde
de un ocho de noviembre,
el monstruo ya no estaba.


Lo que salva

Han partido.
Todos han partido.

Salvo los perros
de la noche,
los que marcan
la cancha
para mantener
viva
la música.

La que salva.


Un leve gesto

De una manera
de la que quisiéramos
desentendernos,
la mirada del otro
nos escruta
y con un leve gesto
nos vamos
en busca
de un poco
de aire fresco.


Carrusel

En el país de los justos,
el pecador es más feliz.


Gema

Miro
en tu espejo
y sólo veo
tu piel
de luna

y mi deseo.


Basuritas

"Nada de pensamientos"
dice la muchacha de falda liviana
que cierra y abre las piernas
como si fuesen ojos
molestos por una basurita.


El sueño de dormir sin sueños

En la conversación,
cucharadas de soledad.

Tu claro pelo
se quiebra, enmudece.

No hay vacuna
para el mal de estos días.

La ortodoxia de mirar de frente.
El sueño de dormir sin sueños.


La clara verdad

Ni un temblor en sus ojos.

Frías esmeraldas, ajenas, implacables,
en una calle cualquiera de La Plata.


Platón

Tu cuerpo y mi alma.
Tu alma y mi cuerpo.

Lejos de la clara desdicha,
una significación nueva:

la soledad desnuda
la carencia de vos.

Una dimensión sin sentido,
el oscuro silencio.


Soolaimon

Aún resuenan en mis oídos
tus palabras:
“cuando yo ya no esté
te vas a arrepentir”.

Pensaba en esto
y el teléfono sonaba.
Cuatro veces sonó.
Hasta que el contestador
repitió como lorito
alguna tontera que grabé
y un breve fragmento
de all you need is love.

No dejaron mensaje.

Y esto ocurría mientras miraba
algo por la tele
pensando en lo que dijiste
la otra noche.

Que la paz sea contigo.


Maderas y piedras

No sabemos qué hacer
con las maderas y las piedras.

Y quedamos en lugares distintos,
en cualquier lugar.

Una ensalada

en el sentido no vegetal,
en el sentido de la confusión.

No des crédito a todo
lo que te digan.

La búsqueda es no encontrar.

Fuente: Una piedra haciendo patito, José María Pallaoro, Libros de la talita dorada, Buenos Aires, 2013.

José María Pallaoro nació en La Plata el 28 de febrero de 1959. Publicó los siguientes libros de poesía: El viaje circular (1998), Pájaros cubiertos de ceniza (1999), Son dos los que danzan (2005), Basuritas (2010), Setenta y 4 (2011), 33 papelitos y una mora horizontal (2012), Una medida adecuada a todo (2012) y Una piedra haciendo patito (2013). En 2012, dio a conocer  una reedición ampliada de Son dos los que danzan. Este mismo libro fue traducido al italiano y al esloveno y publicado en 2013 por el Centro de Estudios Interculturales del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Trieste con el título Sono due quelli che danzano / Ples v dvoje. La versión al italiano fue realizada por la profesora y escritora Ana Cecilia Prenz Kopusar y la traslación al esloveno por la misma traductora en colaboración con el poeta esloveno Marko Kravos. Juan Octavio Prenz, autor del prólogo, señala: “En Pallaoro la palabra cumple honestamente con esa primera misión que es la de designar, a partir de lo cual son posibles todas las variantes connotativas y sin la cual existe siempre el peligro del abismo o del caos. En el supermercado lingüístico en que se ha convertido nuestro mundo, el cuidado por la palabra de que hace gala Pallaoro no es habitual. Llaneza, que huye de la banalidad, palabra que es roca o miel, cuando el objeto a expresar así lo requiere, que hiere o enternece, su poesía quiere apuntar al blanco con la precisión de la flecha”. Pallaoro tiene, además, numerosos poemarios inéditos en papel, entre los cuales cabe mencionar: Breve cielo, Latidos, Cuando llueve el mundo es otro (1985-1989, en revista Sismo Trapisonda, nº 1, 08/2008), En medio de la lluvia, Es hora de volver a Jimmy Hendrix, El bostezo del viento, Andante tren (2001, en revista Sismo Trapisonda, nº 3, 06/2009), El estado de las cosas, El vino del azar y Spinetta. Como difusor cultural, condujo programas  de radio en FM (La máquina del tiempo, En la vereda del sol, Mariposas de madera, La talita) y dirigió la revista de poesía El espiniyo. Actualmente, es editor de Libros de la talita dorada y administra los blogs literarios Aromito, Poesía La Plata, Poesía City Bell y Los ojos. Vive en City Bell, partido de La Plata, donde coordina el Espacio Cultural La Poesía y un taller de escritura.   

Foto: José María Pallaoro. Fuente: Gentileza de José María Pallaoro.