lunes, 28 de septiembre de 2015

Mariana Finochietto


*

Cada mañana
cumplo
el rito.

Frente al espejo
pronuncio
tu nombre.
La soledad
se esfuma
tras la niebla.

Dibujo
sobre el vidrio
el signo urgente.
Y nace el día.

Fuente: Facebook, 10.02.15.


*

Sucede
que a veces,
me fastidian
la medida
prolijidad del césped,
las cortinas
vigilando las ventanas,
los peines
de trenzar las tardes.

A veces,
me gustaría
ser
esa mujer,
descarada y algo ruin,
que me espera
cada noche
detrás de las puertas
mientras apago,
una a una,
las luces de la casa.

 Fuente: Facebook,  01.03.15.


*

Una
y otra vez,
nombro
a las cosas
para darles
alma.

Las sillas,
las ventanas,
la sombra
difusa del sauce
son
porque las digo.

A veces,
las cosas
se resisten
a entrar
en el juego.

Y me quedo
como un dios
confuso
a solas
con un puñado
de palabras.

Fuente: Facebook, 02.05.15.


*

Llueve
desde
hace siglos
sobre el mundo.

Llueven
mares de cansada
inmensidad
marina.

El patio
se deja estar
hastiado
bajo el diluvio.

Ella
construye
barcos
para salvar
lo que quede
del día.

Fuente: Facebook, 28.06.15.


*

Algunas veces,
quisiera haber nacido
con el don
del equilibrio.

Extenderme
coherente
como un alambre
de pensamiento
a pensamiento.

Ser
razón
en tensión.
Clara.
Impoluta.

Pero
suelen arrastrarme
las pasiones,
me distraen
los pájaros,
el viento,
la soledad
de la hoja
que desprende
un roble.

Me pierdo
cada tanto en la tristeza.
Y me río
de mí
cuando vuelvo
a encontrarme
en los espejos.

Fuente: Facebook, 10.07.15.


*

Ha dejado de llover.
El patio
atravesado por la luz
es una imagen
en sepia,
como los paisajes
donde se
durmió la infancia,
que sólo
resplandecen
alumbrados
por el recuerdo.

Una imagen
hecha de memoria
y fragilidad,
apenas
lo que puede
dejar sobre las cosas
la mirada
del hombre.

Fuente: Facebook, 02.08.15.


*

A cierta edad
las mujeres
caminamos
a la orilla
del sarcasmo
con equilibrio
natural.

Con la tajante
sabiduría
del lenguaje
mantenemos
la distancia
exacta,
imprescindible.

Ya lo sabemos.
Hay que proteger
al corazón
y sólo tenemos
esta sólida
pared
hecha de lágrima
y palabra.

Fuente: Facebook, 04.08.15.


*

Vengo
de una tierra
dominada
por el agua,
donde
el hombre
aún
le teme al viento.

Aún
late en nosotros
el corazón
asustado
del ser
en la caverna
deslumbrado
por el rayo.

Amamos
con sordo temor
al río,
como los hijos
aman,
inevitablemente,
a los padres
implacables.

Fuente: Facebook, 13.08.15.

Mariana Finochietto nació en General Belgrano, Provincia de Buenos Aires, el 24 de enero de 1971. Desde hace 15 años vive en City Bell, Partido de La Plata. Tiene cuatro hijos. Estudió Letras y luego derivó hacia la bibliotecología y la filosofía. Según confiesa, pasó su primera infancia rodeada de animales, árboles y libros. Dice también que ama las playas solas y los libros usados, todo lo cual se refleja claramente en su poesía, que no necesita apelar a recursos complejos para seducir y conmover. El año pasado publicó su primer poemario: Cuadernos de la breve ceguera.

Foto: Mariana Finochietto. Fuente: Facebook.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Diego Roel


El que Es Sin defecto y Grande, ha tocado justo ahora
una pequeña morada para que se vea un milagro y
pueda formar letras desconocidas, y pronunciar una
lengua ignota y también que pueda tocar por sí misma
multiformes y armoniosas melodías.

                                                                                                                              Hildegard von Bingen
                                                                                                                       Carta al Papa Anastasio IV

Via Lucis

El que Es Sin defecto y Grande
me habló a mí, que soy pequeña y triste,
para que pueda formar en mi mente letras desconocidas,
para que de mi boca salga un verbo nuevo,
una expresión más leve, una palabra que atraviese
los mares y las islas,
que resuene en los últimos términos de la tierra.

Sí, yo siempre estuve callada y guardé silencio.

Pero ahora Tu Voz en mí se expande y multiplica
como voces de mujer que está de parto,
como voces de mujer que está muriendo.

Ahora Tu Voz en mí se expande.

Cuando pase a través de las aguas del gran Río
no me anegarán sus corrientes.
Cuando salte en medio de las llamas
no me quemaré.

El que Es Sin defecto y Grande
me habló a mí, que soy pequeña y triste.


Libro de las causas

Somos una forma que se alza del barro,
una ligadura del hálito de vida,
el peso corpóreo de la luz.

Somos los habitantes de los valles y montes del cielo,
los emisarios del esplendor, una olla
puesta a fuego intenso
que bulle y rezuma la espuma.

Somos el ojo del trueno,
el polvo de la tierra que se esparce,
los vientos del último día.


Infancia

Desde niña escucho Tu Voz.

En el vientre de mi madre escuchaba los aullidos de los ángeles:
aullidos de mi voz que eran mi voz de nuevo aullando.

Nunca se ha cortado ese cordón umbilical.


Gnosis

En el año 1141 después de la Encarnación de Jesucristo
el cielo abrió su boca
y una luz ígnea descendió como una llama en mi cerebro.
Era caliente como los rayos del sol y se desparramó
en todo mi corazón y en todo mi pecho.

De pronto comprendí
todo lo que una pobre criatura puede comprender.


Alfabeto

Compongo palabras nuevas para nombrar
un collar, una pulsera,
el último anillo del cielo.

Digo pez, madera, árbol,
describo un mundo sublunar.

Hablo del bendito vientre de las cosas.

Digo ángel, santo, salvador.


La Cruz

En un aire puro me muevo y sueño.

Un niño vuelca en mi pecho
las secretas urnas del alma.

Abro mis piernas para que Dios habite
el lugar del rayo y la caída.


Patmos

A la edad de cuarenta y dos años y siete meses
una llama blanca descendió del cielo abierto
y sacudió todas mis vísceras:
fui tocada por la santa divinidad.

El eterno resplandor me dijo:
habla y escribe lo que ves y escuchas.

Entonces la Luz Viviente abrió mis ojos
y vi las columnas que sostienen el planeta.
Vi al leopardo, al oso y al león,
un círculo de aire tenue, una rueda perfecta.

Sí, vi una mano que ata y desata al mismo tiempo.

Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.


Patmos

Aquél que cuando cierra abre
me visitó una noche y me anunció
un mundo nuevo.

Vi entonces tres círculos de tres colores
y una circunferencia que giraba.
También vi una luz brillante alrededor
y una miríada de palabras que danzaban
formando extrañas constelaciones,
imágenes sin cuerpo.

Aquél que cuando abre cierra
me visitó una noche.


Physica

Hablo de lo que no tiene altura ni peso ni forma ni color.

La Palabra descendió al útero de la virgen
y se hizo carne.

Cuando Tú abres, Padre, nadie puede cerrar.
Cuando Tú cierras, Madre, nadie puede abrir.

Yo soy pequeña y triste.


Historia natural         

Dios imprimió estas visiones en mi alma.

Soy una mendiga,
mis manos sujetan
la última espiga del verano.

Oh alma fugitiva, se fuerte  
y vístete con la armadura de la luz.

Hildegard von Bingen
Ordo virtutum


NOTA DEL AUTOR

Hildegard von Bingen, la sibila del Rhin

Hildegard von Bingen nació en una familia noble alemana el 16 de septiembre de 1098 en Bermesheim. Al cumplir ocho años sus padres la entregaron como diezmo a la Iglesia. Polifacética, fue abadesa, líder monacal, mística, médica, compositora y poeta. Tuvo visiones desde niña.
En el año 1141 un acontecimiento único irrumpió en su vida. Un gran esplendor del que surgió una voz venida del cielo le dijo: Oh frágil ser humano, ceniza de cenizas y podredumbre de podredumbre: habla y escribe lo que ves y escuchas.
Semejante visión afectó profundamente al núcleo de su ser. En su experiencia el gran esplendor no sólo es visible, también se oye. Como los grandes profetas visionarios, como Jesús, Hildegard von Bingen fue llevada a revelar aquello que permanece oculto, eso que el resto no conoce.
Murió el 17 de septiembre de 1179.

Fuente: Via Lucis, libro de próxima aparición. Gentileza de Diego Roel.

Diego Roel nació en Temperley, Provincia de Buenos Aires, en 1980. Desde hace varios años vive en La Plata. Publicó seis libros de poesía: Padre Tótem / Oscuros umbrales de revelación (Libros de Tierra Firme, 2004, reeditado por Ediciones El Mono Armado en 2013), Diario del insomnio (Libros de Tierra Firme, 2005, reeditado por detodoslosmares en 2013), Cuaderno del desierto (Libros de Tierra Firme, 2007), Las variaciones del mundo (Ediciones El Mono Armado, 2010, reeditado por detodoslosmares en 2014), Los Jardines del Aire (Ediciones El Mono Armado, 2012), y Dice Jonás (Ediciones El Mono Armado, 2015). Actualmente, tiene en imprenta Via Lucis, libro que saldrá con el sello de Ediciones del Dock.

Foto: Diego Roel. Fuente: gentileza de Diego Roel.

martes, 1 de septiembre de 2015

Vladimir Jantus Castelli


Venérea

Venérea huele a rojo de invierno
resplandeciente
a sutiles surcos de hierbas
hundidos en el bosque
se esconde entre las sombras
dejando pequeños indicios púrpura
que marcan su presencia
en el espacio

tiene una voz muy dulce
tan dulce que cuando habla
parece que cantara dentro de ti
una canción de cuna

son canciones de soledades
y ecos del tiempo

afiebrada
se recuesta y observa
desde la ventana
la encrucijada del viento
su refugio

II

Venérea cobija sustancias que provienen del fuego
las oculta en su pecho
las mantiene secretas
a sangre
saben sus labios
el trance se palpa en su piel
sus besos son el veneno de las víboras
rojas y chispeantes
en sus ojos se reflejan
las hogueras de la noche
las toxinas que incendian las ciudades y sus muros
que envilecen a los vagabundos
que la veneran

ellos veneran a Venérea

III

Venérea posee los hechizos
el secreto de las brujas
la magia negra que ocultan los profetas
ella
los seduce y embriaga
con drogas oscuras
los domina
ellos permanecen callados
observándola
sumisos

a veces
su palidez ha calcinado espejos
ese concierto de imágenes
que componen su cínica sonrisa
pero
siempre ha buscado lo inalcanzable
las bestias hambrientas han seguido su rastro
en mapas de huesos brillantes
siempre han intentado seguirla
aunque sus huellas se pierdan
en la inmensidad del tiempo

ellos veneran a Venérea

IV

Venérea habla en lenguas
que parecen llegar del mas allá
conjuros de sortilegios antiguos
leídos por un druida ante la multitud
trafica sacrificios
niños que le entregan como ofrenda
tiene dientes de oro colgando de su cuello
regalos que le han dado los espíritus viejos
los brujos de las tribus perdidas del norte

a la muerte ha sentado en sus rodillas
ha hamacado a la desgracia.
desnudado a la locura.
dormido al Miedo

ellos veneran a Venérea

V

Venérea ha intentado morir varias veces
ha intentado suicidarse
pero no ha podido ser su víctima
no ha sabido
sobornar a sus verdugos
igual
continúa sus huidas
con pupilas ardientes
se mueve como un Pueblo Gitano
en el desierto
busca con apetito feroz
el tiempo de las mareas
las playas ocultas
el instante final de todas las cosas

ellos veneran a Venérea

VI

siendo niña asesino a las Ninfas.
y nadó desnuda sobre el Lago de Flujo
donde dormían las Vírgenes.
se masturbó con flores ígneas
hasta estallar en lavas

tocándose despacio
con dedos cortantes
fue excitando sus caderas
poco a poco
fue llamando al orgasmo del clítoris danzante
de hermandades orgiásticas
allí hizo su templo
entre músicos enloquecidos
con sangrantes melodías
que apagaron la sed de todas las criaturas

allí descansó
luego de una interminable
peregrinación de ausencias

ellas veneran a Venérea

VII

a sus amantes
ha perdonado cien vidas
los ha cobijado de su acero
los ha protegido de sí misma
ha guardado los secretos
más oscuros
por los amantes
ella ha sangrado siglos
aun así la traicionaron

ella igual los ha salvado
ellos veneran a Venérea

VIII

inundó todo con su furia
bebió el vino de los muertos
para apagar sus espantos
se vistió de Noche
y salió a cazar vampiros
regresó
a los senderos que la habían visto nacer
hace ya muchos
muchos siglos.

Fuente: Venérea, Vladimir Jantus Castelli, Malisia Editorial, La Plata, 2015.

Vladimir Jantus Castelli nació en La Plata el 26 de septiembre de 1975. Es poeta, escritor y periodista.  Tiene cuatro libros de poemas publicados: Poesía para beber (1997), El grito (1999), En el borde (2005) y Venérea (2015). Este último incluye el poema homónimo con el que obtuvo en 2014 el primer premio del Concurso Internacional de Poesía organizado por la revista Guka, que edita la Biblioteca Nacional. A propósito de Venérea, señala Alejandra Varela en la contratapa del libro: “Una voz extraña, como de otro tiempo precipita al lector de Venérea a un estado abismal, como si el fin del mundo tuviera lugar ante nuestros ojos. La muerte parece hablarnos directamente, convertida en palabra poética, encarnando a un dios fantástico. La letra es la herida de esa muerte, la que adquiere formas criminales porque la dimensión poética que tiene lugar está sostenida en acciones que trazan locuras en el texto, como un albatros que planea tragándose a los vivos. La poesía se construye en un lugar que se aleja del realismo, de la enumeración de lo inmediato para pensarse como imágenes que cruzan temporalidades mientras un agente descomunal de un orden lejano nos dicta un mensaje secreto”.

Foto: Vladimir Jantus Castelli. Fuente: Facebook.