domingo, 20 de enero de 2013

Juan Octavio Prenz

























Prólogo necesario

Con la palabra hay que ser cruel cínico
maltratarla
no concederle la caricia que te hará
su esclavo

Si la has creado impíamente para que
te sirva
¿a qué vienen ahora estas debi-
lidades de eunuco?

Con la mano derecha la pluma
Con la izquierda el látigo

No le dejes levantar cabeza porque

estarás perdido


Don de ubicuidad

Se puede llegar a las profundidades (claro
está sin olvidar el principio de rotación)

Se puede llegar a las alturas

En lo uno y lo otro
(así lo quieren los libros)
discurren el dolor y la frustración
el llanto y la soledad

A la alegría
aprendizaje subversivo
le han reservado la

superficie


1984

Es imprescindible cierta práctica de la medicina
Treinta y siete hombres y tres mujeres aspiran
a verdugo en N. J.
Algunos tienen diplomas universitarios
Sólo cuatro serán los afortunados

Actuarán en pareja
Cada uno aplicará su inyección al condenado
a muerte
Sólo una contendrá la sustancia letal

Por la noche besan a sus hijos y los cubren
con una manta más porque ya ha comenzado
el invierno


Cosas en su lugar

El régimen ordenó degollarlo
legal y dignamente
por escribir versos inarmónicos
y alentar contra nuestro modo cristiano
de vida

Hoy tres estudiosos demuelen sus palabras
descuartizan sus textos diseccionan sílabas
para demostrar la armonía de sus versos
y su modo cristiano de vida

Vuelven a asesinarlo
Esta vez

ilegal e indignamente


Primero de Mayo en Piazza Goldoni

Por Corso Italia viene el cortejo
de los trabajadores

Al frente la banda de policía
con la música de la Internacional

Hay otra plaza
la lluvia y los paraguas metidos
para siempre en la retina infantil

y aquellos pañuelos blancos

que queman

Trieste, 1980


Decisiones mínimas

Transplantaremos branquias a los hombres
¿Para qué río o qué mar?

Les pondremos alas
¿Para qué cielo?

Llegaremos a eliminar la muerte
¿Para qué vida?


Mariposa de noche

La miro girar solitaria y alocada en torno
a mi lámpara
me distrae y me impide tomar la pluma

Hoy ha nacido y hoy morirá
ajena a cuanto me sucede

Soy el único testigo de su vida

Cada tanto hace una pausa como si quisiera
posarse sobre mis papeles
pero desconfía
Tengo medios eficaces para abreviar
su última jornada

Nada y todo nos une en esta triste noche mía

Renuncio a la pluma para contarle cuanto con-
taría en el poema
pero ella no se distrae y sigue girando
ajena y alegre

en esta única noche suya en que estoy solo
y quisiera girar en torno a mi lámpara


Buenas maneras

Parte de nuestra riqueza se nos fue en
medallas recordatorias trofeos alusivos
dádivas ocasionales para vivos y muertos

Nuestro tiempo no tuvo mejor suerte
Los minutos de silencio se fueron multi-
plicando hasta hacerse años.

La piel se nos ajó de tanta sonrisa o
contracción solemne
¿Quién sabe cuánto costó el educado gesto
de dolor o alegría?

Poca riqueza poco tiempo poca piel nos
fue quedando

Las lápidas se obstinarán en decir que
hemos vivido

Fuente: Cortar por lo sano, Juan Octavio Prenz, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1987.

Juan Octavio Prenz nació en La Plata en 1932. Pasó su infancia y adolescencia en Ensenada. En 1951, inició sus estudios de Letras en la Universidad Nacional de La Plata y, en 1962, luego de contraer matrimonio, partió con su esposa rumbo a Francia, Italia y Yugoslavia. Vivió en Belgrado entre 1962 y 1967. Este último año regresó a la Argentina para ejercer la docencia en las Universidades de La Plata, Tandil y Buenos Aires. En 1975, por razones políticas, emigró nuevamente a Belgrado, y, en 1979, se radicó definitivamente en Trieste, en cuya Universidad enseñó literatura hispanoamericana. También trabajó como docente en las Universidades de Belgrado, Ljubljana y Venecia. Es poeta, narrador, ensayista, crítico y traductor. Sus libros de poesía publicados son: Plaza suburbana (La Plata, Editorial Centro, 196l), Mascarón de proa (La Plata, Editorial Centro, 1967), Cuentas claras (ed. Bilingüe español-servo-croata, Belgrado, KOV, 1979), Apuntes de Historia (Concepción, Chile, LAR, 1986), Habladurías del Nuevo Mundo (Madrid, Editorial Rialph, colección Adonais, 1986), Cortar por lo sano (Buenos Aires, Libros de Tierra Firme, 1987), La Santa Pinta de la Niña María (La Habana, Casa de las Américas, 1992) y Hombre lobo (Concepción, Chile, Trilce, 1998). Su obra poética, además, fue reunida parcialmente en las siguientes antologías: Sreduvanje na smetkite (antologia en lengua macedonia, Skopije, Detska radost, 1995), Antología poética (Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes, 2003), Prostodusne malenkosti - Libertades mínimas (antología bilingüe esloveno-español, Grosuplje, Mondena, 2003) y Antologia poetica (antología en italiano, Trieste, 2006). Asimismo, en 1984, la Editorial Helikón de Belgrado dio a conocer una selección de sus poemas con el título Poslanice iz Novog Sveta (Envíos del Nuevo Mundo). Muchos de sus poemas también fueron traducidos a otras lenguas e incluidos en numerosas antologías. Entre las distinciones obtenidas, cabe destacar el premio Casa de las América en 1992 por La Santa Pinta de la Niña María. Como traductor de poesía yugoslava al español publicó varios libros en distintos países; entre ellos, Yugoslavia, España, Argentina, Chile, Perú, Venezuela y México. Una de sus más recientes traducciones es el volumen 12 poemas, de Tone Pavcek, editado el año pasado por Libros de la talita dorada. Su obra en prosa publicada incluye el libro de cuentos Carnaval y otros cuentos (Premio "Promoción literaria" de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1962), las novelas Fábula de Inocencio Honesto, el degollado (Faja de honor de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires, Concepción, Chile 1990) y El señor Kreck (Madrid, Losada, 2006), y los trabajos críticos Hispanoamericka knjizevnost (Historia de la literatura hispanoamericana, en serbocroata y en colaboración con Mario Goloboff, Belgrado, Editorial Prosveta, 1980) El Cid y Kraljevic Marko: una primera aproximación (Madrid, LAR, 1983) y Literatura española e hispanoamericana. Siglo XX (Ljubljana, edición de la Facultad de Filosofía, 1985).

Foto: Juan Octavio Prenz. Fuente: www.aromitorevista.blogspot.com

11 comentarios:

  1. Buenas. Acabo de postear sobre Prenz linkeando aquí. Cordiales saludos.

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    1. Gracias por linquear.
      Un saludo cordial.
      César

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    2. Un gusto. Y se aceptan sugerencias de otros poetas expatriados.

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  2. Tuve manera de conocer a Octavio, fue por un semestre mi profesor de español a la universidad de Trieste. Empezaba cada clase con una frase y nosotros tuvimos que seguir adelante inventando el resto del cuento. Si hoy amo escribir es también por su "culpa". Me alegra mucho encontrar a sus poesías en la red.

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    1. Emina, si le interesa puede leer una pequeña crítica en hipertexto sobre Prenz (con link a este blog) acá . Saludos.

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    2. Mil gracias! La voy a leer! Saludos desde Italia

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  3. Donde se encuentra ahora el señor Prenz?

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  4. Hola Cesar! Se puede conectar con el Sr.Prenz por Email?
    Quería consultarlo por su niñez en Ensenada.Soy de Berizzo y vivo en Madrid y en Argentina.

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    1. ¡Hola, Demitri! Juan Octavio Prenz vive desde hace muchísimos años en Trieste. Yo no tengo contacto con él. Lamentablemente, tampoco tengo su correo electrónico.

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