domingo, 1 de julio de 2012

Norberto Silvetti Paz





















Elegía I

En la penumbra de mi corazón
sólo tu nombre vela.
Abro las puertas, miro
el paisaje y el muro lejanísimo
que te separa de nosotros; tú,
que sin saberlo sustentabas
nuestro sentido, cruzas
la vaciedad del viento, la llanura
por la que rueda mi memoria.

Resquebrajada estatua soy.
En mitad de un sendero
circular va mi paso
ocupando su propia huella,
del ayer infinito
al futuro infinito,
comprobando
tu breve ausencia de la tierra,
del aire y de la historia
que en vano escribirán mañana
manos anónimas, el tiempo.

Desde mi corazón miro hacia fuera
el compacto paisaje
de tu pasado –¡el mío!–:
cae en círculos
el polvo de los días,
y al fin me veo
en la remota tarde, caminando
hacia aquí, mi presente,
donde mi corazón
anticipadamente triste
y solitario
de ti, ya me esperaba.


Elegía IV

En el hueco de la memoria duerme
impaciente el recuerdo.
Todavía hablan tus ojos
su insomne idioma. Yo,
en medio del ayer y el mañana,
más solitario acaso
que nunca ahora evoco
el fresco sol, la calle,
el viejo tren donde mi ojo
atónito vio la muerte.

De ti heredé miradas
indecisas en el futuro,
y mucha sombra, muchas
sombras: en mí te llevo
como una herida que no cierra: a veces
sobre mi boca rueda
una gota de sangre: es eso
tal vez tu presencia.

De mi cuarto entonces quisiera
descender a la juventud
del corazón: allí
–tú sabes– está todo
lo que uno es; quisiera retroceder y ser
retrospectivamente tú: recuerdo
que tu infancia no era
precisamente tu alegría. (Ahora
a mi puerta está el perro, duerme
y a veces gime, acaso
sea su propia ausencia,
porque todos estamos
secretamente ausentes.) Los álamos
se inclinan al viento.
Por la ventana miro
los paisajes de la memoria,
y en lo alto tu humilde sombra.

(A mi madre)

Fuente: Ensayos elegíacos, Norberto Silvetti Paz, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1968.

Norberto Silvetti Paz nació en Tucumán el 6 de junio de 1921. Pasó su infancia en La Plata y luego de contraer matrimonio se radicó en City Bell. También vivió alternativamente en Buenos Aires. Fue poeta, escritor y traductor de griego y alemán. Publicó los siguientes libros de poesía: El mundo extraño (1956), Las noches y la pena (1957), La tribulación y el reino (1960), Ensayos elegíacos (1968), Cifras, signos, estaciones (1976) y La noche de Odiseo (1994). En 1986 dio a conocer su única novela: Los escorpiones. Tradujo a autores alemanes como Goethe, Brecht, Hesse, Adorno, Jaspers y Heidegger, por lo que obtuvo en 1964 la beca Humboldt, otorgada por la Universidad de Bonn. Recibió, entre otras distinciones, el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes (1968), La Medalla Goethe de la República Federal Alemana (1982) y el Premio Konex (1984). Murió en La Plata el 3 de febrero de 2005.

Ilustración: Norberto Silvetti Paz. Dibujo de Herberto Redoano. Fuente: El mundo extraño, Norberto Silvetti Paz, Ediciones del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1956.

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