sábado, 28 de noviembre de 2020

Luis Maggiori

Los pájaros de tu niñez
 
Echaste a volar
los pájaros de barro
para regocijo de la tarde
y confusión del mundo.
“¿Cómo es posible?”,
pregunta el hombre
que se vuelve polvo.
 
 
Estar de pie
 
“Concurrir a tu juicio
sin sentir vergüenza
es estar de pie”.
Estas fueron las palabras
que el Maestro no dijo
al paralítico que,
de un salto,
se perdía entre el alborozo.
 
 
La ramera
 
Dicen que las piedras
que le arrojaron
a María de Magdala
están en Judea
pero yo las he visto
en la llanura argentina
y en la garganta
de los que no pueden perdonar.
 
 
El samaritano
 
Aun en silencio,
sin que alguien lo sepa,
todos comerciamos
con la caridad,
menos el perro,
cuyo corazón
siempre está lleno.
 
 
La pureza de los niños
 
El niño que camina
con mis pies
ya no habla.
Lo calló la Academia,
la roca que hay que poner de parte
para volver a ver con ojos sanos,
lo abrumador de ser bueno
todo el tiempo.
El niño que camina
con mis pies
observa los hilos blancos
de mi barba
y baja su cabeza
para que lo busque,
para que mengüe hacia él
porque la puerta es estrecha.
 
 
Durmientes, ¡despertad!
 
Quieren a Lázaro trastabillando
en la puerta del sepulcro
y no pueden ver la abundancia
en una gota de agua pura.
 
 
Una cena con los míos
 
La cena del Maestro
en la voz que nos saluda
por la ventanilla de un auto,
en el abrazo
en la fila del banco,
en el beso de tu mujer
al regresar a casa,
en tu mano que acaricia
la cabeza de tu hijo antes de dormir.
Todo encuentro es un ágape,
todo encuentro es memorable
si entendemos que puede adoptar
la forma de la despedida.
 
 
La flagelación
 
Te dibujan en la espalda
un alfabeto indescifrable,
te ciñen la cabeza con una ristra
de escorpiones impacientes,
te rompen los huesos
con otros huesos.
Y todos aprueban la faena,
menos Barrabás que,
con pasos de gigante,
quiere recuperar el patíbulo
que le pertenece.
 
 
Con el madero en el hombro
 
Te empujan,
te vituperan,
te escupen en la cara
y en el corazón.
Y vos, con el ataúd al hombro,
los estás perdonando,
los estás entendiendo,
porque es difícil reconocer
a un Dios
al que le pisotean las sandalias.
 
 
La crucifixión
 
El que manipula clavos
ya no puede
reparar una silla
o colgar un cuadro
sin experimentar el terror
de estar repitiendo una escena.
 
Fuente: Los pasos del Maestro, Luis Maggiori (edición bilingüe: castellano e italiano, con traducción a este último idioma de Ángela  Gentile), Hespérides, La Plata, 2020.
 
Luis Maggiori nació en Tandil, Provincia de Buenos Aires, el 24 de febrero de 1964. Reside en La Plata. Es Profesor en Letras, poeta, narrador y ensayista. Actualmente, se desempeña como docente en las facultades de Bellas Artes y Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y en colegios de enseñanza media. En 1997, fue distinguido con el Premio “Joaquín V. González” a la excelencia académica. Su obra publicada comprende los siguientes libros: La partida (poesía, U.N.C.P.B.A., 1997), El amor navegante (novela, Hespérides, 2005), El sofista (novela, Hespérides, 2007); Los frutos del Árbol  Real. Diez ensayos sobre literatura y Kabaláh (ensayo, Hineni, 2010), Los días y las flores. Canto espiritual para la Cuenta del Omer (poesía, Hespérides, 2016), Siempre. Poesía amorosa (poesía, Proyecto Hybris Ediciones, 2018) y Los pasos del Maestro (poesía, Hespérides, 2020). Algunos de sus poemas fueron incluidos en diversas antologías; entre ellas: Poesía Argentina de Fin de Siglo (Editorial Vinciguerra, 1996), Poesía, 36 autores (La Comuna Ediciones, 1999), Poetas de la ribera (Proyecto Hybris Ediciones, 2020), Livianas imágenes de la fiebre (2020) y Yo vengo a ofrecer mi poema (Escarabajo y Abisinia, 2020).
 
Foto: Luis Maggiori. Fuente: Los pasos del Maestro
, Luis Maggiori, Hespérides, La Plata, 2020

4 comentarios:

  1. Poemas impactantes. Dejan la puerta abierta en la reflexión y en la emoción.
    Patricia Coto

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  2. Una mirada para reflexionar. Me gustó mucho Una cena con los míos "..todo encuentro es un ágape/todo encuentro es memorable/si entendemos.que puede adoptar/la forma de la despedida." También La crucifixión. Gracias César por compartir!

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  3. Qué poemas maravillosos. Valiosos en su contenido y en el valor de la honda y perfecta escritura. Admirables. Gracias!

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