* * *
Algo quedará
o nada:
bibliotecas
destruidas,
miopes lectores.
(Impulsada
por el viento
una página
vuela.)
* * *
El estropajo
perdió
su inútil
trasero;
el humanismo,
su estro:
la asepsia manda.
(El absurdo
ordena
desde el vuelo
del pájaro
hasta el tacho
de basura.)
* * *
Soy
biólogo,
en mis horas oscuras
remonto
barriletes.
(De lo infantil
proviene
mi fracaso.)
* * *
El infinito,
tal como lo
interpretaron
creadores,
sabios
personajes,
hizo tal cual debía:
en un rapto
de lucidez
se mató.
* * *
La lejanía
avanzó,
cansada de
geografías,
hacia lo
próximo.
Al unísono
cerraron
las dos
puertas.
* * *
Han muerto
filosofía,
historia,
letras.
(La astuta
mosca
escudriña
cadáveres.)
Fuente: Absurdo y linaje, J. Ramón
Couchet, Ediciones Botella al Mar, Buenos Aires, 1986.
J. Ramón Couchet nació en La Plata en 1929. Durante muchos años,
trabajó como corrector en diario Clarín.
Fue un poeta singular e injustamente ignorado. Publicó varios libros de poemas,
entre ellos: OVNI (1966), Las trompetas y el juego (1972), Sobre vampiros (1973), Mis crímenes y los del obispo (1975) Itinerario de museo y humo (1978), Las fauces del tobogán (1979), De
barcos fantasmas y otros cuentos (1981), El topo y la muchacha de los
cabellos lacios (1982), Absurdo y
linaje (1986) y El vano justiciero (1987). Murió en La Plata el
14 de agosto de 1992.
Ilustración: Tapa de Absurdo y
linaje, J. Ramón Couchet, Ediciones Botella al Mar, 1986. Fuente: C. C.
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