sábado, 23 de junio de 2012

Patricia Coto

























Piloto argentino hallado en Malvinas

Lo peor no fue el estallido
ni la pulverización de los huesos.
Lo peor fue ese segundo,
como cuando me caí de la hamaca,
cuando clavé los talones en la piedra
y, luego, el pedregullo me segó las rodillas.
Siempre siento un ardor cuando hay humedad,
como ahora entre la turba.
Lo peor fue tocarse el mentón
y sentirlo dormido,
como ahora que no escucho mi cuerpo.
Lo peor, el altímetro a pico
y ese ruido acompasado de la cadena de la hamaca,
que se mete entre las escotillas,
que es viento, un misil tenaz,
acaso mi pensamiento.

Fuente: Libro de navegación, Patricia Coto, Axis Mundi, La Plata, 2003.


* * *

Empezaba a escribir otra vez
y las vecinas de la esquina se alegraban
como ante un libro de cuentos,
hasta que el poema, erizado de pámpanos,
les quemaba las manos,
las dejaba en la vereda de enfrente,
les clavaba un eclipse en la puerta del domingo.

Fuente: Gentileza de Patricia Coto


* * *

Cuando se consuma el día
y el sol parece una confesión o una dádiva,
es grato imaginar un cielo tras el cielo,
una luz que no se puede desollar,
una frente que no anochece.
Y entonces debe existir un lenguaje
detrás del lenguaje,
como un cáncer en la espalda,
como el golpeteo de una pala en los talones,
volviendo desde la tierra removida.
Debe haber un lenguaje en carne viva,
que agite las campanas de la lepra
en los flancos del camino.

Fuente: Gentileza de Patricia Coto


* * *

La mesa del anochecer.
Una a una, las estrellas aparecen
sobre la arquería del fuego.
Ahora, cuando las brasas parecen más despiertas,
toda la carne crepitante,
como un patio de escuela,
un recreo en el convento.
Y envolviéndolo todo, el humo,
humo tan vivo y atento
que amasa cuerpo, alma, memoria.
El humo se esparce y nos seduce
los cabellos, la mirada,
la sombra de las manos.
El humo con su vocación de susurrarnos,
en el más atrás de los oídos,
que algún día una fogata arderá
por nosotros
y seremos cenizas de cenizas,
restos de una fiesta en la noche de la nada.

Fuente: Gentileza de Patricia Coto


* * *

Esta capilla es muy antigua.
A su sombra, quedaron los ladrillos
de las primeras casas, de las primeras lluvias,
de los primeros vientos como pueblos.
Dentro, apenas un sacerdote,
extraviado en un bosque de soledades,
y libros, muchos libros,
libros donde el tiempo
es un lunes perpetuo.

Y sobre todo,
–altares, bancos, imágenes dormidas–,
una luz de rodillas,
que nunca duerme.

Fuente: Gentileza de Patricia Coto

Patricia Coto nació en La Plata el 17 de junio de 1954. Es profesora y Licenciada en Letras. Publicó cinco libros de poemas: Libro del vigía (1978), Libro de la memoria (1982), Libro del espejo ardiente (1985), Libro de la frontera (1992) y Libro de navegación (2003). También publicó un ensayo sobre narrativa tradicional: De narradores populares y cuentos folklóricos argentinos (1988). Recibió distinciones municipales, provinciales y nacionales. Integró los grupos literarios Latencia, Contrastes y Los albañiles, con los que participó en publicaciones colectivas. Los cuatro últimos poemas incluidos en la presente publicación permanecen inéditos en libro.

Foto: Patricia Coto. Fuente: Gentileza de Alejandra Leticia Taylor

3 comentarios:

  1. Octubre
    Cátedra Libre de Literatura Platense
    Francisco López Merino
    Jueves 18, 18:30 hs.
    Patricia Coto. Escritoras
    Exposición y análisis de su obra
    La cátedra y su Directora Elba Ethel Alcaraz, invitan a los encuentros y charlas que se realizarán para recordar a escritoras y escritores platenses o disfrutar de su presencia y su obra.

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  2. Hola quisiera comunicarme con la profsora Patricia Coto. Alguien podría pasarme su dirección de mail? Gracias!

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    1. Yo misma respondo. Mi mail es: pcoto@perio.unlp.edu.ar
      Atte.
      Patricia Coto

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