Pesadilla
Planillas
presentadas fuera de plazo
¿trajo fotografías?
no puedo darle
curso
olvidó el
estampillado
llene una solicitud
corresponde
multarlo
multarélo
¿multaráme?
múltolo
no me multe
lo multé
Fuente: Ciruela la loculira, Saúl Yurkievich,
Ediciones del Asterisco, La Plata, 1965.
Revolución
a Emilio Pernas
Las sillas se sentarán sobre nosotros
las perchas se nos colgarán
los pisos habrán de arrastrarnos
seremos empujados por la puertas
pateados por las pelotas
tirados por las barajas
arrugados por los papeles
mojados por los pañuelos
encendidos por los fósforos
disueltos por los azúcares
revueltos por las cucharas
bebidos por el agua
y no será más que justicia.
Fuente: Ciruela la loculira, Saúl Yurkievich,
Ediciones del Asterisco, La Plata, 1965.
Autocrítica
Fragmentos
Soy un escritor
deleznable
pienso en la
literatura
soy un pequeño
burgués
las directivas
no puedo obedecer
lo intento pero me
salen
esos diablos
traviesos
y pierdo la
seriedad
quiero cantar al
pueblo
pero me entrampan fantasmagorías
me desbaratan
no puedo ser
marcial
las palabras se
ponen a piruetear
me sacan la lengua
malditas
me tiran de las
orejas
me desafían me
disuaden me desvían
y termino por
seguirlas
en sus contorsiones
y cabriolas
qué mezquindad
no puedo ser épico
cuando pretendo
exaltar
la guerra de
liberación
siempre me aparto
del tema
(...)
qué voy a hacer
soy un caso perdido
escribo cosas
inútiles
en vez de colaborar
fantaseo
no merezco
consideración
para elogiar no
sirvo
condeno sin
convicción
distraigo divierto
complico
las verdades
de la revolución
no es tiempo de
jugueteos
camarada comisario
de escritor a
escribiente
pido que me
degraden
en una oficina
oscura
de cualquier
ministerio
llenaré sobre
ajados escritorios
las planillas de
gastos
no merezco publicar
(...)
Fuente: Rimbomba, Saúl Yurkievich,
Ediciones Peralta, Madrid, 1978.
Esbozo
Confundes la
belleza con el estremecimiento:
lo que porta con lo
que aporta.
Es –dices– la
trémula singularidad,
luego la gracia, el
no sé qué,
el modo o la manera
de,
lo muy poco y lo
muy mucho,
la nada o el colmo;
depende –dices.
No lo sublime, no
precisamente;
más bien, en lo
admirable, lo mirable.
(¿Suprimes lo
sublime?: lo subsumes.)
Cosa de afectos y
de efectos –dices–
efectos de los afectos,
afectos de los efectos: remolino.
El dolor se fija en
una forma,
en su figura queda
suspendido
y se transfigura:
deleita.
La figura: nube
a la vez visible e
intangible.
¿Y lo informe? ¿Y
lo feo?
Efectos de lo real
–dices– de la razón insuficiente.
Pero la bella
totalidad se deshace,
las palabras
tienden vínculos inciertos,
el ser se separa de
la idea,
se sabe sin saber.
Soy lo que soy
–dices–
soy lo que no soy
no soy lo que soy
no soy lo que no
soy: vértigo.
Eso no tiene nombre
(ningún eso lo tiene)
se da, se hace,
transcurre, opera.
Apariciones son:
apariencias
(pases, poses,
posturas, imposturas)
pizcas de
existencia
(ninguno, nadie,
nunca, nada)
modos de ser: del
ser: paradojas
por las que toda
substancia
(todo lo
substancial)
se extenúa: melancolía,
borratina: quizá
sea así el mal,
el sinsentido como
amenaza.
Otra voz, no la
propia, cuando alcanza,
no poseída: posesa,
llega.
Otra voz, pero de
quién, de dónde.
Sublime, quizá, mas
insumisa: ¿ignota?
sin mandamiento:
relámpago.
Un momento el
pandemonio esplende,
genera su sentido
en la distancia
y la voz se ve.
(Como privada de
expresión,
viéndose en el
verse,
la voz se ve.)
Fuente: Vaivén, Saúl
Yurkievich, UNAM, México, 1996.
Contar por sobresaltos
No medir,
contar el tiempo.
¿Cómo contar tu
tiempo?
Por lo que acontece
distintamente
por eras personales
según vivas
dicha o dolor
–lo que en ti se
destaque
agudamente
o se confunda en el
corrimiento–
lo que te corroe
lo que te
corrobora.
Contar por
sobresaltos
o por sucesión
por prelaturas de
celebrantes
de las sacerdotisas
en el santuario de
Hera
cerca de Argos
o por genealogías
más y más vagas
a medida que
remontan
en edad
o por hazañas de
los héroes epónimos
por exterminación
de las razas de hierro
por nacimientos
señeros
o por las violaciones
que los dioses
consuman con mortales
para generar
distinta descendencia
tribus nacidas de
mezcla.
Contar por capas de
leño
o por las
alternativas de tu carne
sus flaquezas
por las pérdidas
que marcan tus días
por rememoraciones
por ese mismo sueño
que a través de
variantes
en tu muñón
perdura.
Fuente: Sueño del ojo y del espejo, Saúl Yurkievich,
Galería Estampa, Madrid, 2002.
Ladra lo crudo
ese perro ladra de
noche
ese perro ladra sin
parar
no aúlla ni rabia
no ladra por circunstancia
ladra por condición
¿es el ladrido su
pesadumbre?
ladra su fundamento
sus húmeros ladran
sus lagrimales su páncreas
ladra lo latente
la cifra de su
substancia
lo carnal ladra en
él
lo desolado
ladra lo crudo
ladra su atónito
desamparo
la vaga vasta
amenaza
ladra por todo lo
hostil
de noche ladra
contra lo oscuro
que lo traspasa
contra lo desalmado
ladra.
Por igual
como perro de noche
por parecido
desamparo
ante mí
llora mi amigo Ken
trata de contener
su congoja
y desespera
convulso el llanto
estalla
impúdico
allende toda
urbanidad
el llanto lo rebasa
el cúmulo negro lo
abruma
se desmorona su
morada
su lengua se
deshila
todo se agarrota
el sinsentido lo
cerca
lo vacante lo
anonada
mi amigo Ken
ya no puede tenerse
en pie
estremecedoramente
como perro que
ladra de noche
por compulsión
estalla en llanto.
Hay que vivir –le
digo.
La vida es un don.
No obstante.
A pesar del pesar.
Es duro, pasmoso,
insoportable don.
Fuente: Sueño del ojo y del espejo, Saúl Yurkievich,
Galería Estampa, Madrid, 2002.
Saúl Yurkievich nació en La Plata en 1931
y murió en Caumont-sur-Durance, Francia, en 2005. Fue poeta, narrador, crítico,
ensayista y docente. En La Plata estudió Letras en la Universidad pública y
escribió una tesis sobre Guillaume Apollinaire, que publicó como Modernidad de Apollinaire en 1968. En
esta ciudad, además, dio a conocer Realidad
y poesía: Huidobro, Vallejo y Neruda. Caracterización de la poesía
contemporánea (ensayo, sin mención de editor, 1960), Ciruela la loculira (poesía, Ediciones del Asterisco, 1965) y Berenjenal y merodeo (poesía, Ediciones
del Asterisco, 1966). En 1948, también en La Plata, conoció a Juan Ramón
Jiménez. El hecho tuvo lugar durante una lectura de poesía del poeta español, a
raíz de la cual se sintió impulsado a escribir sus primeros poemas. "Fui
fascinado por su rostro pálido y enjuto. (...) Me pareció la ideal encarnación
del poeta”, confesó, casi al final de su vida. A partir de 1966 vivió en
Francia, donde fue profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de
París VIII Vincennes-Saint-Denis. Asimismo, dictó clases, cursos y conferencias
en numerosas instituciones de enseñanza superior de América y Europa. En París
conoció a Julio Cortázar y escribió uno de los más interesantes trabajos
críticos sobre su obra: Julio Cortázar:
mundos y modos (1994). También fue amigo y albacea del autor de “Rayuela”.
Justamente, estaba preparando la edición en nueve tomos de sus obras éditas e
inéditas para la editorial española Galaxia Gutenberg cuando lo sorprendió la
muerte. Además de los libros ya mencionados, publicó, entre otros: Valoración de Vallejo (ensayo, 1958), Volanda Linde Lumbre (poesía, 1961), Cuerpos (poesía, 1965), Fricciones (poesía, 1969), Fundadores de la nueva poesía americana: Vallejo, Huidobro, Borges,
Neruda, Paz (ensayo, 1971), Retener sin
detener (poesía, 1973), Poesía
hispanoamericana 1960-1970 (ensayo, 1976), La confabulación con la palabra (ensayo, 1978), Rimbomba (poesía, 1978), Envers (poesía, edición bilingüe,
español / francés, 1980), Acaso acoso
(poesía, 1982), A través de la trama.
Sobre vanguardias literarias y otras
concomitancias (ensayo, 1984), De
plenos y de vanos (poesía, 1984),Trampantojos
(relatos, 1986), Identidad cultural
de Iberoamérica en su literatura
(ensayo, 1987), El trasver (poesía,
1988), A imagen y semejanza (relatos, 1992), El cristal y la llama (ensayo, 1994), Vaivén (poesía, 1996), La movediza modernidad (ensayo, 1996), Suma crítica (ensayo, 1997), El huésped perplejo (poesía, con
dibujos de Julio Silva, 2001), Sueño del
ojo y del espejo (poesía, ilustrado por Jorge García Pfretzschmer, 2002), Del arte verbal (ensayo, 2002) y Background noise / Ruido de fondo
(poesía, edición bilingüe, español / inglés, 2003). Desde muy joven, Yurkievich
se sintió atraído por la literatura latinoamericana de vanguardia y escribió
numerosos y esclarecedores ensayos al respecto. Consecuentemente, su creación
poética estuvo dirigida a la experimentación formal y la búsqueda de un
lenguaje innovador, pero sin descuidar el aspecto semántico y siempre
apoyándose en un tono reflexivo. Sobre la convivencia del crítico y el poeta,
señaló Nicanor Vélez: “Hay voces que son puentes y cuando dejan de serlo pasan
a ser río. Saúl Yurkievich era una de esas voces. Uno de los más eminentes
críticos literarios de Hispanoamérica; fue a su vez un poeta ejemplar que
mantuvo de forma natural el circuito directo entre crítica y creación.
Difícilmente se entenderá su forma de abordar las obras literarias si olvidamos
su condición de poeta. Aunque siempre estuvo en el centro de la crítica más
exigente y en universidades notables (...), Yurkievich nunca se dejó tragar por
el discurso académico y supo abordar la crítica como un lector privilegiado que
era consciente de su condición de creador.” Para Claude Esteban, poeta y
ensayista francés, “Saúl Yurkievich no se satisface de asistir al
derrumbamiento de la materia verbal, la exaspera, provoca en ella con una
especie de arrebato, las explosiones y las fracturas, como si importara primero
que el andamiaje de la lógica, las estructuras angulosas del concepto se
derrumben y se desmoronen, para que de este montón de ruinas nazca una nueva
manera de decir, regocijante y amenazadora a la vez, por el vacío, por el
exceso, por el tiempo que carcome el espacio."
Foto: Saúl Yurkievich. Fuente: www.pagina12.com.ar
A mi maestro, a sus escalas de palabras : "Quiero el rojo fulgurante...y la esmeralda estelar..."
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