Alma y espejo
El mar se diluye,
canta entre las
rocas,
averigua quiénes
somos
y se lleva la
respuesta.
Fuente: El poema se va sin
saludarnos, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires,
1994.
Casualidad
En el preciso
instante
que una estrella
cae
el poema incendia
la llanura.
Fuente: El poema se va sin
saludarnos, Anahí Lazzaroni, Último Reino, Buenos Aires,
1994.
Perfil
Ágil y lustroso
salta
(en la mitad de una
mañana radiante)
el pez azul
de la melancolía.
Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni,
Último Reino, Buenos Aires, 1999.
Leyendo diarios
Un cocodrilo del
siglo diecinueve
bosteza.
¿El río?
Cualquier río
fangoso
de África lejana.
Animal de sanas y
sabias costumbres
si vinieras
y devoraras este
caos perfecto
no harías otra cosa
que embellecer
el mundo.
Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni,
Último Reino, Buenos Aires, 1999.
Algunas cosas necesarias para la escritura de
un poema
La precisión de un
relojero.
El vuelo del
águila.
La delicadeza de un
insecto.
La zozobra del
loco.
Pluma o lápiz.
Fuente: Bonus Track, Anahí Lazzaroni,
Último Reino, Buenos Aires, 1999.
Pánico y balas
En este día tan de
madriguera
la ciudad descansa
de una mala noticia.
Ahora cerrarán las
puertas con varias llaves.
Perros negros
vigilarán las casas.
Los insomnes no
dejarán de escuchar disparos.
Un ebrio
tambaleante
irrumpirá
en la noche.
25 de mayo de 2000
Fuente: A la luz del desierto, Anahí Lazzaroni,
Último reino, Buenos Aires, 2004.
En todos lados se cuecen habas
Algunos poetas me
escriben cartas
donde me cuentan
que deliran por el lejano sur.
No son pocos los
que me imaginan en una casa
construida con
maderas claveteadas,
escribiendo sin
cesar mientras la nieve cae y cae.
Hasta piensan que
suelo estar sentada junto al fuego,
como si fuese un
personaje de ciertas novelas decimonónicas,
y me piden que les
describa el silencio porque ellos ya no lo recuerdan.
Este mediodía
varias calles de la ciudad están cortadas.
Escucho bombos,
voces,
sirenas de
patrulleros,
personas que gritan
cada vez más alto en medio de la aglomeración.
Por ahí no se puede
pasar.
Primavera de 1999
Fuente: A la luz del desierto, Anahí Lazzaroni,
Último reino, Buenos Aires, 2004.
Graffiti
Alguien debería
dibujar de un modo impecable
el mapa de una
ciudad loca
a la que abofetea
el viento.
Bordeada por un mar
gris y murallas de piedra,
con gentes de poco
hablar
navegando sus
propios océanos.
Nombro una ciudad
que no está muerta ni viva.
15 de octubre, 2003
Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni,
El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.
La ciudad y el poema
Observás como
enseña a hacer tempura
una cocinera
japonesa en un documental,
sentís la ciudad
colapsada.
Mirar una cosa y
pensar en otra,
quizás en eso
consista la escritura
o el poema que
comienza a escribirse
a espaldas del
mundo
al mejor estilo de
un buen ladrón de gallinero.
Es de noche y no
llueve,
no llueve por una
vez en esta ciudad.
Ya hubo alerta
amarilla por vientos huracanados.
Eso pasó
como pasa todo y
nadie lo recuerda.
21 de abril, 2006
Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni,
El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.
La ciudad en vísperas electorales
La ciudad ni
siquiera posee la melancolía de los imperios que han muerto.
Se escucha un
alboroto perpetuo de fiesta decadente
sin música y sin
cristales para el vino.
Los comensales
tiran la comida, ríen a carcajadas.
Hay amenazas, un
gato muerto colgado de una reja.
Los que pueden oír,
los que entrecierran los ojos para escuchar mejor
saben que lo que se
escucha no es sólo el rumor del viento,
ni los pasos de esa
mujer
que camina bajo la
lluvia y lleva una bolsa de papel.
Es otra cosa.
Es otra cosa.
Lo que se escucha.
Es otra cosa.
5 de febrero de 2006
Fuente: El viento sopla, Anahí Lazzaroni,
El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2011.
Anahí
Lazzaroni nació en La Plata el 30 de agosto de 1957.
Desde 1966 vive en Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, Argentina. Publicó los siguientes libros: Dibujos
(poesía, Ediciones Revista Aldea, 1988), En
esta ciudad se escribirá una novela
(prosa, Ediciones Revista Aldea, 1989), El
poema se va sin saludarnos (poesía, Último Reino, 1994), Bonus Track (poesía, Último Reino,
1999), A la luz del desierto
(poesía, Último Reino, 2004), El viento
sopla (poesía, El suri porfiado, 2011). Entre 1986 y 1994 codirigió la
revista Aldea. Poemas suyos han sido
traducidos al catalán, coreano, francés, italiano y portugués. Para José Emilio
Burucúa “Anahí Lazzaroni no cesa ni ceja en la vía del ascetismo y de la
concentración sonora significante del poema. Persiste en su escritura un
antiguo anhelo de perfección que equipara el trabajo del fabricante de versos
al del tallador de cristales o pulidor de espejos. Y lo más llamativo resulta entonces que la
libertad formal de las versificaciones, de los agrupamientos estróficos, se nos
aparezca ilimitada. Sobre esta paradoja perenne del lenguaje poético, Anahí
despliega sus materiales predilectos, sus alusiones, sus citas enmascaradas que
abarcan desde Arquíloco hasta Alejandra Pizarnik”.
Foto: Anahí Lazzaroni. Fuente. www.tuertorey.com.ar.
Me encantó!
ResponderEliminarSabía como escribir una buena cantidad de poemas de primera categoría. Buen viaje, Anahí.
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