miércoles, 5 de febrero de 2014

Adrián Ferrero




















Otros poemas encabalgados

1.

Presumo
De no tener
Prejuicios
No obstante
A la hora de
Pasar por
El barrio de la estación
De trenes
(acá nomás, a doce cuadras)
La línea del ferrocarril
Roca
(parece joda ¿no?
Justo con eso de los
“pueblos originarios”)
Es como un paso de frontera,
De malón diría
Una línea delgada
Siento pavor
Al asalto
El pavor pavor de la noche
Del que hablaba
Creo que Blake
Veo o puedo ver
(lo adivino)
A alguna loca
Escapada de burdel
Que rompió
Bolsa
Con el del cabarute
Y ahora ejerce
Como profesional independiente
Hace el gesto evidente
Imprescindible diría
En toda consorte
De pararse en una esquina
Espera

2.

Hay mucho dolor
En el mundo
Pienso
Que lo hay
Pero
Es indecible
De modo que
Mejor
Les hablo
De las nomeolvides
A lo sumo “de eso que de
magnolias
Hay en mi patio”
Prefiero no obstante,
los tigres de Blake
Convengamos
Que sus dibujos
son
Burning bright
Podría
Quedaría
Como políticamente
Correcto
Y tan audaz
¿no es cierto?
Como escuchan
Po-lí-ti-ca-men-te-co-rrec-to
y eso
ya es
algo abyecto
de lo que abomino
tan luego yo
entonces
oro

3.

Hice un pacto con
Dios
Y fue
Que no mentiría
En el poema
Lo que supone
En ocasiones
No tener
Pelos en la lengua
Y decir
Sin temor
Por ejemplo:
(no pretendo ser audaz
Ni escandalizar
Menos aún
Épater le bourgeois
Pero una buena
en donde debe ir)
Me cago
En el mot juste
Por ejemplo


4.

Hay varios intelectuales
Que pontifican pontifican
Como redentores o, peor,
mucho peor,
Con mesianismo
Anuncian un mundo
Reificado
La corrosión de los signos
Alta condensación de sentido
en los  títulos
de los libros
Una poética insurreccional
La trampa del sentido común
En fin
Esas cosas
Es posible observar
Y yo quisiera
Y yo los miro
(y en parte a algunos
los admiro, bien es cierto)
Pero les ruego
no se olviden
Por favor
Que no se olvidaran
De que son finitos
como fideo
cabello de ángel
Y que algún día
Los devorará
La otra trampa
La del tiempo
Que es voraz
Famélica por cierto
Como fauce de león
Quizás
En el mejor
De los casos
Persista
La trama
De sus
Textos
Están los imprescindibles claro
(vuelvo a Brecht)
Pero no menos cierto
Es que me
Consternan
Cada vez más
Los académicos
(y eso que tengo un Ph.D.
en Yale University)
En fin
No me hagan caso
Pienso en voz alta
(eso sí, algunas hipótesis
de lectura)
Como para cerrar
El estado de la cuestión

Fuente: Gentileza de Adrián Ferrero.

Adrián Ferrero nació en La Plata en 1970. Es poeta, narrador y ensayista. Estudió en la Universidad Nacional de La Plata, donde obtuvo los títulos de  Profesor, Licenciado y Doctor en Letras. Entre 2000 y 2006, fue becario de dicha Universidad. Ejerció la docencia y la investigación en ella y, actualmente, trabaja en el área editorial de EPC. Publicó los libros Verse (cuentos, 2000) y Cantares (poemas, 2005). En carácter de editor, dio a conocer Obra crítica de Gustavo Vulcano (ensayos, 2005). Cuentos suyos aparecieron en publicaciones de Argentina, EE.UU., España y México. Sus trabajos académicos fueron publicados, asimismo, en Argentina, EE.UU., Alemania, Francia, Israel, España, Brasil y Chile. Tanto su obra de creación como académica fue traducida parcialmente al inglés. A mediados de los años 90, integró junto a Pablo Ohde, Nicolás Maldonado y Lautaro Ortiz, el grupo Poesía Turkestán. Coordinó talleres literarios, entrevistó a destacadas personalidades de las letras y fue coeditor responsable de Diagonautas, primer portal de escritura creativa de La Plata, cuyas páginas difundieron, entre 2000 y 2009, gran parte de la producción literaria y ensayística de escritores platenses y de otras latitudes. Suele colaborar como periodista cultural con diarios y revistas. Con respecto a los poemas eróticos de Cantares, celebrados oportunamente por poetas de la talla de Néstor Mux y Horacio Preler, escribió Mario Goloboff: “En el abordaje de este tema tan difícil, puesto que todo parece ya dicho, se ven nuevos destellos, se leen nuevas figuras, y es mérito de la poesía de Adrián hacerlo con delicadeza, con sensualidad, con elegancia, con modernidad, con alegría. Hay, a pesar de ello, y numerosas veces, desazón, casi diría tristeza. El cuerpo, como la palabra, escapa. El cuerpo huye hacia sus más adentros, se cierra, se niega, no se ofrece. El canto del cantar se acalla. Y la palabra no se da, apenas si aparece, para desvanecerse, para flotar, efímera. El amor y la palabra siempre flotan”. Los poemas publicados en esta página son inéditos.

Foto: Adrián Ferrero en París. Fuente: Gentileza de Adrián Ferrero.

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