lunes, 14 de septiembre de 2020

Olga Edith Romero


Rayo de sol
 
Hoy ha entrado
un rayo de sol por la ventana.
 
Es triste el invierno,
triste la tarde que muere tan temprano,
tristes las noticias de los diarios.
 
Pero un rayo de sol
se ha asomado
y entibia el lugar que alumbra,
se dispara sobre las cosas
y destaca colores perdidos.
Estalla en el cristal,
golpea sobre la mesa
sin poder perforarla,
reverbera en espejos
y en una gota
deja olvidado
el arco iris.
 
 
No todos los días son iguales
 
El cielo se desviste en horizontes,
no todos los días son iguales,
hoy el sol se ha adueñado de mis ojos
y dos niñas se hamacan en el fondo de la casa
colgadas entre glicinas y jazmines.
 
 
Ese árbol que está en la vereda
 
Ese árbol que está en la vereda
con ramas cada vez más cercanas al cielo
que intenta enganchar las nubes que pasan
lo plantó mi padre.
 
Era un pequeño fresno de pocos centímetros
frágil como patas de potrillo
recién nacido.
 
Creció sin una guía
pero con los años se fue enderezando
y ahora protege la casa del sol intenso del verano
y de los azotes del viento.
 
Canta por la mañana con voz de zorzales
y calandrias
arrulla al atardecer como paloma
y ríe en los días de lluvia con el hornero.
 
Cuelgan de sus ramas esperanzas
y deseos que brillan con la luz de cada día.
 
En otoño me regala su lluvia dorada
que se extiende en alfombra crujiente.
 
Y en primavera hace notar sus brotes
que arroja divertidamente para hacer trabajar
a la escoba.
 
Mi padre ya no está pero ha dejado
un guardián en el frente de mi casa
que balancea tenuemente sus ramas cuando paso.
 
Y que en las noches
muestra la luna y las estrellas
espiando entre sus brazos de gigante.
 
El fresno es un tótem
con la fortaleza que tuvo mi padre
para cruzar la vida y deslizarse sin temor
al infinito.
 
 
Atardecer de invierno
 
A las seis de la tarde
cuando las sombras se alargan en invierno
una bandada de pájaros regresa
no sé muy bien de qué lugar
y sin importarles
que los árboles están sin hojas
se convierten en su abrigo escandaloso.
A esa hora en que la tarde se despide
salgo a caminar con la simple compañía
de un dibujo oscuro en la vereda.
 
 
Insignificantes
 
Sobre la mesa del jardín
hay un corpúsculo de tierra.
Así como él somos nosotros,
tan insignificantes
que hasta una brisa
puede hacernos desaparecer.
 
 
Buscar dentro del pecho
 
En este ir y venir
desde el útero al afuera
hay precipicios
y a veces hay que extender los brazos
y volar
hasta el sitio seguro más cercano.
 
Abrir un tajo,
buscar dentro del pecho
y alcanzarle las cuerdas
a quien se le ha dañado
el instrumento
con que hacía brillar
los días y las noches.
 
No todo es irse por las ramas.
 
Fuente: Irse por las ramas, Olga Edith Romero, Arte Editorial Servicop, La Plata, 2020.

Olga Edith Romero nació en La Plata el 4 de octubre de 1949. Actualmente, reside en City Bell. Es Docente de Nivel Inicial y Master en Periodismo y Comunicación Social. Entre 2000 y 2003, se desempeñó como periodista de investigación en la Universidad Nacional de La Plata. Su obra publicada incluye: Colores de sol y lluvia (literatura infantil, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1986); Cuentos de Azúcar y limón (cuentos, Faja de Honor de la SEP, 1996/97 y Faja de Honor de la SADE, 1996/97, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1996); Apenas Travesía (poesía, Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, 2001, Colección Libros de Sudestada, La Plata, 2001); City Bell y su gente. Desde una mirada distinta (investigación periodística, Municipalidad de La Plata, 2003); El homicidio policial (artículo compartido con otros autores en el Proyecto de Investigación “Los derechos humanos y la prensa gráfica argentina desde 1976 a 2001”, Anuario de Investigaciones 2002, Periodismo y Comunicación Social, UNLP, La Plata, 2003); El desierto es un grano de arena (poesía, libro destacado del año por el Concurso Internacional Honorarte 2005 y Premio “Benito Lynch” 2005, Ediciones Último Reino, Buenos Aires, 2004); Irse por las ramas (poesía, Arte Editorial Servicop, La Plata, 2020). Poemas suyos fueron incluidos, además, en diversas antologías y recopilaciones poéticas, entre ellas: Casi un canto (antología publicada por el Ministerio de Educación de la Provincia Buenos Aires, Dirección de Educación Inicial, La Plata, 1990); Sudestada (cuaderno compartido, Ediciones Sudestada, La Plata, 1995); Poesía Argentina de Fin de Siglo (antología, Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 1996); Veinte Voces de Buenos Aires (antología de poesía, Libros del  Zahir, Buenos Aires, 1998); Poesía. 36 autores (antología, La Comuna Ediciones. La Plata, 1998); Chicos. Literatura Infantil. 14 autores (antología de cuento y poesía, La Comuna Ediciones, La Plata, 2000); Escritores al fin del milenio (antología de cuento y poesía, Sociedad Argentina de Escritores, seccional La Plata, Municipalidad de La Plata, 2000); Legado de poetas. Poesía Social Argentina 1956 - 2006 (Buenos Aires, 2007). Publicó, además, las “Hojas de Sudestada” N° 3 (1984), N° 60 (1986), N° 70 (1986), N° 94 (1988), N° 133 (1990), N° 280 (2000) N° 285 (2000) y el Cuadernillo N° 25 (1992).

Foto: Olga Edith Romero. Fuente: Gentileza de Olga Edith Romero.


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