***
Incipiente la luz
invade los huecos
de la noche,
descubre la
memoria implacable,
desacato del
tiempo que no ordena
ni hilvana los
sucesos,
las horas que el
amor urdió.
Rostros perdidos
en la muerte,
detenidos en el
goce, el grito, la risa,
el gesto acogedor,
el rechazo.
Vuelven, se
acomodan,
se quiebran,
como aquella
muñeca de mis juegos,
trozos esparcidos
de la pena
se entremezclan
se confunden,
se evaden por fin
y sólo dejan el
regusto insomne
de lo que ya no
es.
Fuente: Otra vez... La vida, Elba Ethel Alcaraz, Libros El Búho, City Bell,
2014.
***
¿Qué hacer con
los gestos inconclusos?
Intentos,
amagues, aproximaciones,
nacidos sin
destino del deseo,
la euforia, la
melancolía.
Olas impetuosas
que no alcanzan la orilla,
flores
cercenadas,
latidos que se
apagan antes de ser oídos.
El ademán,
impulso prolongado,
se muere sin el
otro.
Fuente: Otra vez... La vida, Elba Ethel Alcaraz, Libros El Búho, City Bell,
2014.
XIII
Para
Arnaldo Calveyra
Escuchando
tu lectura de Maizal del gregoriano
1° de
septiembre de 2006
Esta voz del
maizal
y los ríos de la
infancia,
no es aquella voz
del espinillo,
del arroyo, en cuclillas,
en diálogo con el
hombre
de la sal y la
yerba,
mirando al
río-mar
que nos llamaba.
Viene en
ramalazos
de antes de todo,
cuando aún no
sabíamos,
cuando las
certezas eran los sueños,
esa voz de tres
al unísono
en nuestra
hermandad
por la poesía, por
esos avatares
de la vida y la
muerte.
Y sin embargo es
la misma voz
que aún escucho
y ahora nos
envuelve
en monacal
silencio,
en un intersticio
del tiempo que
nos queda.
Fuente: Zonas de la memoria, Elba Ethel Alcaraz, Libros El Búho, City Bell,
2014.
XLIII
¿Cuál es la
medida de los márgenes?
El cuerpo se
acomoda a las sinuosidades,
a los límites
abruptos, a la estrechez,
la vastedad o el
vacío.
Busca el reflejo
para reconocerse.
Las formas
espejadas desdibujan sus líneas,
no siempre
confirman sus límites.
Hay honduras que
opacan los cristales.
Tal vez el vuelo
final le ponga alas
a su
persistencia, desgaje los obstáculos,
siga al viento y
afronte la intemperie,
evocando antiguas
fortalezas.
Y ya no
importarán ni las caídas ni los bordes,
ni la extrañeza
ni la certidumbre,
ni la hechura de
lo cotidiano.
Será la vuelta al
origen,
la última
conciencia.
Fuente: Zonas de la memoria, Elba Ethel Alcaraz, Libros El Búho, City Bell,
2014.
LI
Sube un rumor por
oscuros laberintos,
lenguaje
indescifrable
de un dios
desconocido, no invocado.
Tal vez sea el
reemplazo de otras voces
que fueron
nítidas, explícitas, convocantes,
en la zona dulce
de la infancia
y ya no resuenan.
Lejanas, perdidas
para siempre.
Ahora llegan las
palabras,
han atravesado el
tiempo
y buscan su
sentido.
A veces lo hallan
y otras se pierden,
se entrecruzan,
se ahuecan,
se arrinconan y
me dejan
sin eco en el
silencio.
Fuente: Zonas de la memoria, Elba Ethel Alcaraz, Libros El Búho, City Bell,
2014.
Elba Ethel Alcaraz nació en La Plata el 21 de abril de 1932. Es
poeta, narradora, ensayista y Profesora en Letras por la Universidad Nacional
de La Plata. Asimismo, cursó la Maestría en Ciencias del Lenguaje en el
Instituto Nacional Superior del Profesorado “Joaquín V. González” de la Capital
Federal. Ejerció la docencia en todos los niveles de enseñanza y fue redactora
de LR11 Radio Universidad de La Plata desde 1953 a 1975. También se desempeñó
como asesora docente del Consejo General de la Dirección General de Cultura y Educación
de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente, es coordinadora del Taller de
Escritura Horacio Ponce de León y directora de la editorial Libros El Búho.
Dirige, además, la Catedra Libre de Literatura Platense Francisco López Merino
de la Universidad Nacional de La Plata. Sus libros de poesía publicados son: Todos los días (1958), Bestiario (con serigrafías de Mirta
Rossetti, primera edición, 1976; segunda edición, 1980), Espacios y claridades (1995), Distinta
tarde (2007), Otra vez... La vida (2014)
y Zonas de la memoria (2014). Reside
en City Bell.
Foto: Tapa de Zonas de la memoria, Libros El Búho,
City Bell, 2014. Fuente: C. C.